Posiblemente la última cosa que una mujer quiere mientras está sufriendo las 20 horas de trabajo de parto con mucho dolor es tener el lente de una cámara en su rostro fotografiando cada momento del parto. Sin embargo, eso fue lo que sucedió hace 2 meses a una novia en el día que dio a luz a su hija. El fotógrafo Gustavo Gomes y su novia Priscila llegaron a un acuerdo de que sería el joven fotógrafo quien se encargaría de dejar grabado todo el proceso con el lente de su cámara desde la comodidad de la casa de la pareja.
Gomes admitió que el proceso de parto, que empezó un Domingo en la noche ya casi de madrugada y continuó el siguiente día, fue muy “intenso” y que al principio intentó que Priscila posara para muchas de las fotografías pero que al final desistió de su idea al ver el dolor en el que se encontraba su novia y la concentración que requería preparar su cuerpo para recibir a un bebé.
Sin embargo, la mujer nunca le negó a su novio la posibilidad de tomar fotografías de todo el proceso y el chico se enfocó en tomar las poses mas naturales, reales y crudas de su novia.
Para la pareja resultó muy cómodo capturar todo el proceso con el lente profesional de Gomes. Los chicos admitieron que ya era costumbre en su hogar que el joven fotógrafo capturara muchas escenas de la vida diaria entre ellos así que les pareció completamente natural y un momento digno de orgullo para el futuro padre que fuese él quien se encargara de las fotos del nacimiento de su primera hija Violeta.
El chico aseguró que su novia lo sorprendió con la noticia del embarazo a principios de este año y que se sintió completamente eufórico de saber que se convertiría en padre y que formaría por fin una familia al lado de la mujer que ama.
El día del nacimiento las contracciones de Priscila empezaron a mitad de la noche y la pareja tuvo que esperar hasta temprano en la mañana para poder manejar hasta un centro asistencial donde confirmaron el trabajo de parto.
Una vez allí Priscila se fue a tomar un baño para intentar pasar el dolor y luego esperaron con ansias a que su partera llegara para guiarlos por todo el proceso. Luego de varias horas de contracciones los obstetras y el pediatra llegaron para asistir finalmente el parto cuando Priscila había alcanzado la dilatación completa.
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