jueves, 29 de septiembre de 2016

¡Lleva 3 años buscando trabajo, pero nadie la ha contratado por estas dos razones que dejaran en shock!

Conseguir un buen empleo a veces se convierte en una de las peores pesadillas de los profesionales, sobre todo si están interesados realmente en ejercer su carrera. Después de todo, tardar años estudiando lo que te gusta, o en lo que eres bueno, tiene que rendir frutos en el futuro de alguna manera, solo que puede ser que no sea tan fácil para algunos. Cuando haces lo que te gusta, realmente no estas trabajando, sino que te estás dedicando a lo que te apasiona y no lo verás como una obligación.
La idea de tener un trabajo que sea afín a lo que estudiaste, es que vas adquiriendo esa anhelada experiencias necesaria para poder ir escalando posiciones, formarte profesionalmente e ir construyendo tu camino al éxito. No es sencillo porque tienes que hacerte cargo de aprovechar las oportunidades que se te presentan en el camino, aunque para algunos sea aún más complicado, incluso por razones que se escapan de sus manos.
Un buen ejemplo, son las personas que no cuentan con una presencia que destaque por su físico, no todo el mundo nació para ser bello y hoy en día la sociedad va generando que sea un factor casi obligatorio a la hora de adquirir un empleo, o simplemente para encajar. Es importante que sepan que la belleza no lo es todo, eso no interfiere en el talento que puedas tener en tu profesión o en el oficio al que te dediques, son factores completamente indirectos.
Las formas de pensar delimitan mucho el futuro de las personas, el caso de una chica que gozaba de una belleza envidiable desde pequeña está llamando la atención porque ella creía que eso era suficiente para salir adelante por el resto de su vida. Todo cambió en el momento que se percató que su belleza no le duraría toda la vida, pero era un poco tarde porque había abandonado la secundaria desde joven, razón por la que no contaba con estudios que avalaran que era buena en algo.
Al momento de buscar empleo comenzó a ser rechazada porque no tenía una formación académica sólida, mientras que otros candidatos contaban con un portafolio impecable que se iba nutriendo solo con todos los estudios que habían hecho para prepararse y ocupar cargos de gran importancia con el pasar de los años. Una muestra de que en realidad el físico no garantiza nada en la vida, y mucho menos un buen empleo.

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