Todos conocemos esa sensación: ves algo totalmente asqueroso, pero simplemente no puedes apartar la vista. Y de alguna manera, cuando todo ha terminado, te sientes liberado.
Este vídeo es un ejemplo perfecto de dicha experiencia: alguien usa tiras de poros para limpiar los puntos negros y las espinillas de su nariz.
No es fácil de ver, pero si te atreves a verlo puede que termines con una sensación de triunfo y alivio cuando retira la cinta con toda la materia grasosa que había dentro de la piel.
La frecuencia con que debemos realizar una limpieza facial profunda varía dependiendo del tipo de piel de cada mujer.
Por ejemplo, si el cutis es graso y en él anidan puntos oscuros, es bueno hacer una limpieza semanalmente hasta que el rostro consiga un equilibrio que le permita extender la frecuencia de la acción limpiadora a dos semanas.
Hay otro grupo importante de mujeres para quienes basta una limpieza facial al mes pues su tipo de piel no exige atenciones tan rigurosas, aunque sí todas agradecen la rutinaria limpieza nocturna diaria.
En realidad la batalla de la limpieza facial profunda es contra los puntos negros y espinillas resultantes de la acumulación de impurezas ambientales o producidas por el propio organismo. Prevenirlas muchas veces requiere de cambios en los hábitos alimentarios para conseguir una dieta diaria saludable y equilibrada.
La limpieza facial
Contrario a lo que muchas adolescentes piensan, este tipo de tratamiento facial no resuelve el acné juvenil, al contrario, podría empeorarlo si antes no se aplican cremas antisépticas y antiinflamatorias que eviten complicaciones.
Existen servicios especializados para realizar la limpieza facial, pero como no siempre disponemos del tiempo ni el presupuesto para asumir esos gastos, te propongo una guía para que lo hagas tu misma en casa.
Los poros de tu rostro pueden obstruirse por el aceite, las células cutáneas secas, la suciedad de todos los días y los desechos a los que te expones todos los días.
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