viernes, 6 de enero de 2017

Con una conmovedora historia familiar, “La Roca” mostró el generoso regalo que le hizo a su padre

Lo hemos visto en muchas películas de acción, hasta el punto que se ha convertido en uno de los actores favoritos de millones, es Dwayne “La Roca” Johnson, a quien la revista People lo nombró El Hombre Más Sexy del 2016. Este afamado actor compartió por sus redes sociales la increíble historia de su  padre, Wayde Douglas Bowles, pero conocido como Rocky Johnson.
Su padre era Luchador por profesión y  crió a sus tres hijos con una estricta disciplina física y un gran y profundo lazo familiar. La Roca suele compartir historias que lo inspiran en su redes sociales, incluyendo varios detalles del camino que lo llevó a donde está, con especial énfasis en el trabajo duro y la constancia. 
En esta ocasión,  quiso compartir con el mundo la primera historia que alguna vez lo inspiró. Nada más y nada menos que la de su padre: compré este regalo a mi padre y lo sorprendí, ha tenido una vida dura. Mi papá, Rocky Johnson es un minimalista. Siempre lo ha sido. Nunca me pide mucho y a través de los años sus necesidades siempre han sido las básicas.
Historia loca: El padre de mi papá murió cuando él tenía 13 años. Esa misma navidad la mamá de mi papá llevó a su nuevo novio para la cena. Su novio se emborrachó y meó el pavo. Mi papá salió de la casa, tomó una pala, dibujo una línea en la nieve y le dijo que si cruzaba esa línea lo mataba.
El borracho la cruzó y mi papá lo dejó tirado en la nieve helado como un bloque de hielo. Llamaron a la policía. Le dijeron a la mamá de mi papá que si su novio recuperaba la conciencia, iba a matar a su hijo, así que uno de ellos tenía que irse. Frente a toda su familia, la mamá de mi papá lo miró a la cara y le dijo que se fuera.
Sólo 13 años y ya no tenía casa. Esta jodida historia real pasó en Amherst, Nova Scotia, Canada. En ese entonces sólo necesitaba lo básico, igual que ahora. 

Con el paso de los años lo hice mudarse a una casa grande, le regalé camiones — que literalmente conduce hasta que ya no dan más y puedo darle algo más. Demonios, le daría lo que quiera, pero el HDP no me lo pide.
Todas las navidades pienso en esa historia y en mi papá con todo en contra a los 13 años, pero lucho hasta superarlo y lograr algo en la vida. 

Me hace apreciar su esfuerzo y su trabajo duro. También me hace apreciar esas divertidas veces que me hacía sufrir en el gimnasio a los 13 y decía, “si vas a vomitar, hazlo afuera… y si vas a llorar, entonces vete a casa con tu madre”. Lo odiaba entonces, pero lo entiendo ahora. Me hizo un hombre. Sin mear mi pavo. ¡Es sólo una pequeña forma de decir gracias, papá, y Feliz Navidad!

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