martes, 22 de agosto de 2017

Escuchaba ruidos por las noches, cuando revisó de bajo de su cama casi le da un infarto

¡Qué miedo! Las historias de horror sí existen, y no sólo en las películas. Así lo vivió esta familia de Chachoengsao (Tailandia) cuando, un día aparentemente normal, su gato murió y el responsable estaba en el cuarto de su hijo.
Thanapoom, de 42 años, “de pura a casualidad” dejó en la habitación a su hijo Nong, de 13, porque se quedó dormido y no quiso despertarlo. “Debe tener un ángel guardián”, dijo la madre. El gato estaba tirado justo enfrente del cuarto de Nong y cuando él lo vio, corrió abrazarlo pero el animal ya no respiraba.
La madre contrató a unas personas para que revisaran el dormitorio, y lo que encontraron bajo la cama las dejó sin palabras.

Una enorme serpiente pitón se introdujo en la casa y fue a dar al cuarto del menor. La mascota fue asfixiada por la serpiente. Los dos rescatistas hicieron esfuerzos para capturarla.
La pitón medía casi tres metros de largo.
Durante el operativo un rescatista estuvo a punto de sufrir una mordedura. “Un ataque más fuerte sería muy peligroso”, agregó.
Al final mataron a la serpiente y el incidente no pasó a mayores. En Tailandia hay más de cincuenta tipos de estos reptiles, y encontrarlos en la calle es muy común.

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