
Este es el caso de Igors Stepanovs, el futbolista que firmó con el Arsenal por una broma de los jugadores gunners. Así lo explica Ray Parlour, el mítico centrocampista inglés, en su autobiografía.
Antes debemos ponernos en antecedentes. Por aquella época, la zaga del Arsenal era reinada por Tony Adams y Martin Keown, ellos eran los líderes. Martin sufría demasiado cuando había otro jugador que le hacía la competencia, por ello la llegada de Stepanovs no fue nunca mal vista por el central.
Durante un entrenamiento en el que Stepanovs fue a probar con los gunners, jugadores como Bergkamp y Parlour estuvieron alabándolo todo la sesión para gastarle una broma a Keown. La verdad es que el futbolista lo estaba haciendo rematadamente mal, llegaba tarde a las jugadas y se movía de forma bastante torpe pero sus compañeros decidieron elogiarlo solo para poner nervioso a Martin.
La noche después del entrenamiento todos los jugadores fueron de cena, excepto Stepanovs, que todavía no era parte de la plantilla. Entre risas y cervezas, Bergkamp y Parlour explicaron la broma que habían gastado durante el entrenamiento, pero lo que no imaginaban era lo que pasaría al día siguiente.
Los jugadores llegaron al entrenamiento al día siguiente y allí se lo encontraron, sentado en el vestuario. Parlour le preguntó que qué hacía ahí y él le contestó que le habían “firmado por 4 años”. Wenger, ante los elogios de sus futbolsitas, creyó que el futbolista tenía algo que él no había acabado de ver y lo fichó por 1 millón de euros. Se había tragado la broma.
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